29 DE OCTUBRE DE 1947: PRIMER CONGRESO DE LA FEDERACIÓN ACEITERA Y DESMOTADORA
En el marco de un nuevo Día de lxs Trabajadorxs Aceiterxs, Leonidas Noni Ceruti nos trae el registro del acta de aquel Primer Congreso de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina.
Por Leonidas Noni Ceruti
En 1947 existían en distintos puntos del país varios sindicatos aceiteros, y fue una decisión conjunta la de reunirse en una asamblea nacional para conformar una organización que los contenga.
En la mayoría de las provincias, el trabajador aceitero cumplía las mismas funciones, pero percibía jornales completamente distintos.
Esa especie de desencuentro de los directivos de los distintos sindicatos conspiraba contra el real poderío de los aceiteros, lo que motivó la realización del primer e histórico Congreso.
El nuevo clima político, económico y social que se vivía en el país, con el primer gobierno del Gral. Perón, fue otro estímulo para concretar lo que se venía conversando entre los dirigentes aceiteros.
Al cumplir 25 años la Federación Aceitera, se analizó al primer congreso de esta manera: “Con anterioridad al 29 de octubre de 1947, existían numerosos sindicatos del gremio aceitero diseminados de un extremo a otro del país, pero, por esa circunstancia, al no poder aunar un destino común, unificarse para la mejor defensa de sus intereses, el accionar de los mismos se circunscribía en forma ´localista´. De allí, entonces, que fuera común el hecho de que en la mayoría de las provincias o territorios, el trabajador aceitero, cumpliendo las mismas funciones, percibían jornales completamente distintos”.
“Esa especie de “desencuentros” de directivos de nuestro gremio, que conspiraban contra nuestro real poderío, motivó la realización de nuestro primer e histórico Congreso, en el cual se plasmó definitivamente un anhelo que venía haciéndose carne entre los trabajadores aceiteros: La constitución de una central que aglutinara en su seno a todos los sindicatos y seccionales del país. Nació así, en ese Congreso trascendente para la vida de nuestra institución, la Federación Obrera de la Industria Aceitera y Afines del País”.
En la primer acta se relata lo acontecido, los debates, las resoluciones.
El Congreso se realizó en la ciudad de Buenos Aires en el local del Sindicato Obrero de la Industria Aceitera, situado en calle Directorio N° 30, al que concurrieron las delegaciones de Capital Federal, Avellaneda, Montes (BsAs), Serodino (Sta. Fé), Rosario (ciudad), Esperanza (Sta. Fé), Reconquista (Sta. Fe), Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Puerto San Martín (Sta. Fe), Chajari (Entre Ríos), San Lorenzo (Sta. Fe), Irigoyen (Sta. Fe), Territorio del Chaco, Rio Segundo (Cba), Lobería (BsAs), Chivilcoy (BsAs), Unión Obreros Molineros (Sta. Fe), Santo Tome (Sta. Fe).
El debate comenzó cuando el delegado del Sindicato Aceitero de la Capital, mostró y dio lectura a algunos volantes lanzados por “personas indeseables” criticando a los dirigentes presentes, y el compañero Iriarte hizo moción para la expulsión de dichos obreros que tratan de dividir el gremio, y se “pidió se termine con esos individuos”.
La nota de color la puso el fotógrafo encargado de registrar el evento, como la foto del Congreso salió velada, solicitó a los delegados que volvieran a posar.
Se pasó luego a debatir la forma que adoptaría la Federación. El delegado Taborda pidió que sea Federación Nacional, pero el compañero Martínez dijo que por error de imprenta se puso nacional, pero no puede ser. Proponiendo que sea Federación Aceitera.
Por su parte, Iriarte propuso que sea Federación y no Sindicato Único. Mientras Pellegrini pidió sea Federación Industria Aceitera República Argentina. El compañero Delmas que sea Federación Obrera, mientras que Beruschi aclaró que había un sindicato que tenía el nombre de Federación o Sindicato, que pertenecía a Avellaneda.
La polémica se daba si debía ser una Federación y no un sindicato. El representante de Santa Fe pidió que sea Federación, aclarando que lo “que hay en Avellaneda no tiene más que el nombre, porque en realidad no es una Federación.
Habiendo varias mociones se resolvió llevar a votación para darle en definitiva el nombre completo. El delegado de Rio Cuarto, apoyado por otros, propuso el nombre de Federación Obrera de la Industria Aceitera y Afines del País, y fue aprobado por 19 votos.
EL DEBATE DE LOS ESTATUTOS
Al intercambiar opiniones sobre los estatutos, se dio una discusión importante sobre la cantidad de días que se debían trabajar por mes. Rosario propuso como mínimo 25 días, por entender que había fábricas que trabajaban 28 y 29 días y les pagaban 23, debiendo percibirse un sueldo mínimo de $350 mensuales. A su vez, Chivilcoy manifestó que estaba de acuerdo con los 25 días pero no con el sueldo por las distintas especialidades, o que si no se aseguraran 200 horas mensuales.
El delegado del Chaco dijo que en épocas normales se podían pedir 25, pero no en época anormales y contemplando el sábado inglés. Reconquista hizo una moción para que sean 48 hs semanales o sea 200 hs mensuales y 2400 anuales, para los turnos, recalcando “que en el pueblo de él se trabaja bien, pero lo que pide es para el obrero de turnos”.
Se pasó a la votación, resolviéndose por unanimidad que sean 20 días como mínimo y 25 como máximo.
Al tratarse el segundo punto: vacaciones y enfermedades incurables pagas de acuerdo a la Ley 11.729, se exigió el estricto cumplimiento de dicha ley.
Al anunciarse la presencia de los delegados de CGT, fueron saludados con prolongados aplausos.
La discusión continuó al tratarse el salario familiar, y se planteó que “los patrones tomaran solo a obreros solteros”, y se propuso que se hiciera un aporte entre patrones y obreros. El representante de la CGT informó que los legisladores nacionales estaban debatiendo el tema para que sea ley. Se votó pedir al gobierno nacional que se apruebe dicho proyecto. A la vez se dieron posibles cifras por esposa, nacimientos, etc.
Posteriormente, se pasó al análisis de varios artículos, entre ellos la instalación de comedores, el valor de las horas de los sábados y domingos, vacaciones rotativas, ley de accidentes en el trayecto al trabajo, etc.
Estallaron los aplausos, al darse lectura a los telegramas enviados al presidente Perón, a su esposa Evita, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Coronel Mercante, y al Secretario de Trabajo y Previsión, Don José Freire. Se informó además que para el día 5 de noviembre estaba acordada la audiencia con Perón.
Acto seguido, los delegados recibieron una copia de los estatutos para su estudio.
El Congreso, fue interrumpido para informar que había fallecido un compañero de San Isidro, en un accidente de trabajo, guardándose un minuto de silencio. Este hecho se repetiría el último día del congreso, con otro compañero.
Hubo consenso de que fuese abolido el movimiento a sangre, se instalen movimientos mecánicos y que el traslado de vagones, sea por tractores y no por el personal.
Al debatirse sobre determinados trabajos, se acordó que el cortador no podía ser peón, y que se borre del artículo 45 lo de capataz, y que al soldador eléctrico se le debe dar una categoría mejor que la A. Acordándose que el tornero era especializado, y que todos los obreros así categorizados deben ir aparte como ser también el mecánico, y se hizo moción para que se borre la palabra peón. Aprobándose que en el art 48 de la sección hojalatería, se debía eliminar la palabra obreras.
Cuando se trató el Art. 49, el delegado del Chaco, informó que hay patrones que permiten trabajar a menores. Se propuso que no deben trabajar los menores y que debe ponerse en un artículo aparte. Se mocionó que los que trabajen en las semillas y las bolsas deben ser todos mayores, pero se aclaró que no era necesario ponerlo porque hay una ley que lo prohíbe.
El delegado de Avellaneda sugirió que se deje trabajar a los menores, salvo en los lugares insalubres, “porque ellos pueden hacer carrera”. Las distintas posiciones sobre el trabajo de los menores, se expresaron en el encuentro, y finalmente se aprobó que figure en todos los puntos que no deben trabajar los menores.
La propuesta que hasta 7000 kilos se debía tener un ayudante, se acordó que tenían que ser dos. Además, a todo camionero le correspondía tener un ayudante, y que ambos tengan un viático fijo.
En el Art. 56 se dejó establecido que, para el personal femenino o masculino, a igual trabajo igual salario.
Continuó el debate de las distintas categorías como mecánicos, sección cajonería, refinería, esqueletos, y sobre el no traslado de una sección a otra sin su consentimiento, etc. Y posteriormente se discutió sobre la relación entre salarios y el escalafón.
Los intercambios de opiniones aumentaron al tratarse las cotizaciones a la Federación y a la CGT. Se propuso un 30% o de un 20% para los sindicatos con menos obreros. Chaco informó que no podría pagar más de un 10%, lo mismo que cotizaba para la CGT.
La votación dio como resultado dar a la Federación un 20% de las cotizaciones y que el Chaco aportaría el 10%.
La primera Comisión Administrativa de la Federación fue: Sec. General: Gabriel Imbaserato, Pro Secretario General: Estanislao Rosales, Tesorero: Julio Martínez, Pro tesorero: José Sepúlveda, Secretario de Actas: A. Beruschi, Vocales Titulares: Esteban Taborda, Ángel Delmas, Ramón Iriarte, José Pellegrini, Santiago Galiano, Clemente García, Pablo Silva, Carlos Bricca, Ángel Gómez, Vocales Suplentes: Ruiz Díaz, Esteban Olivero, José Fernández, Silvio Quiroga, Adolfo Alonzo, Revisores de Cuenta: Pedro Benítez, Atilio Tolosa.
Rosales, hizo mención al Decreto 16.162 sobre el régimen de trabajo para la industria del aceite, y su aplicación de acuerdo a los días trabajados en el mes.
El delegado del Chaco, Sepúlveda, señaló que las empresas deberían atender a las comisiones internas para resolver cualquier problema que se plantee en las fábricas.
Uno de los últimos temas tratados, fue si el salario general y los aumentos por categorías se iban hacer por zonas o no.
La adhesión a la CGT se votó por unanimidad y se envió un telegrama.
A la reunión con Perón concurrieron los compañeros Gabriel Imbaserato, Alberto Campos, José Sepúlveda, Esteban Taborda, Estanislao Rosales, Carlos Bricca, y Espinosa. Se le hizo saber sobre los distintos problemas en las fábricas.
El Congreso finalizó con los discursos de los compañeros de los distintos sindicatos del país.
