Frente al fascismo: “Construir un frente fuerte con bases firmes”
De cara a los resultados de las PASO presidenciales que tuvieron lugar ayer y que prenden una alarma y una clara advertencia sobre la escalada de la derecha fascista en nuestro país, algo que no es nuevo pero que se trasladó concretamente a las urnas, desde la prensa del SOEAR consultamos con Alicia Acquarone, politóloga de la Universidad Nacional de Rosario.
En vistas de los resultados de las PASO e intentando analizar el cuadro de situación: ¿Son realizables las medidas que Javier Milei dice que tomará en caso de ganar las elecciones presidenciales?
Alicia Acquarone – Todo es posible en la política, lo que hay que analizar es cuál es el grado de resistencia que va a tener cuando intente aplicar las cosas que dice. Pero Milei es un invento del poder concentrado y por ende hay que ver cómo juega ese poder concentrado para sostenerlo. Puede durar tres meses en la presidencia o ser un “éxito” como lo fueron las políticas de los noventa.
O sea que a pesar de su carácter excéntrico, lo que propone Milei tiene mucho que ver con las políticas que vimos con el gobierno menemista y también con lo que pasó hace muy poco entre 2015 y 2019…
Alicia Acquarone – Hay que ver cómo se estructura detrás de él, porque él es él solo. Se ha visto en las elecciones provinciales que cuando él no aparecía en la boleta no aparecían los porcentajes de votación. Indudablemente es una expresión política personalista que impactó en una situación económica muy lamentable que estamos viviendo.
Milei propone eliminar el Ministerio de Trabajo, el de Salud, el de Educación…Hablabas de la resistencia…¿Qué lugar le toca a la clase trabajadora y puntualmente al sindicalismo?
Alicia Acquarone – El sindicalismo en los últimos diez años está en deuda. Si vemos la situación de pobreza, la pauperización de los salarios de la gran mayoría de los trabajadores, una inflación que no se para, un dólar blue que no tiene límites, lo primero que aparece viendo la historia política argentina es que ha habido una dirigencia del movimiento obrero que estuvo muy tímida al respecto de expresar su descontento. En su gran mayoría no ha habido otra actividad más allá de las paritarias. La CGT estuvo ausente en gran parte de la campaña.
Esta situación de Milei muestra dos cosas: una crítica profunda a la clase política de los partidos mayoritarios. Y una segunda donde la dirigencia no se agota en el partido y tiene que ver con las distintas instituciones de la sociedad civil que han estado muy calladas, muy paralizadas. Recordemos en la historia política argentina que el espontaneismo de las masas no existe. Por ende, si la dirigencia de los sindicatos y de las organizaciones libres de la sociedad civil no son capaces de reunirse, agruparse y unir fuerzas para protestar y ser un poder que contrarreste esta economía concentrada, es muy difícil que no aparezca un Milei. Y acá lo tenemos.
Conozco la lucha del sindicato de aceiteros y la defensa de sus trabajadores. El problema es que para enfrentar a Milei, para construir un proyecto de país diferente, no podemos hacerlo desde el sectarismo. Lo tenemos que hacer sumándonos. ¿Dónde está la CGT de Santa Fe?
Si la dirigencia de la CGT está durmiendo una siesta eterna, ¿será cuestión de que las bases empujen?
Alicia Acquarone – No debemos caer en la idea que se ha dado en otras coyunturas políticas argentinas de pretender que la masa tenga más conciencia política que su dirigencia. Son momentos muy particulares y de una crisis terminal que esperemos estar lejos de esa situación. Creo que esto hace despertar a la dirigencia para que haga una autocrítica. Debe sumarse con otras dirigencias de otros sindicatos que llevan adelante la defensa de sus propios trabajadores, unirse para poder empezar a formar un movimiento que de fuerza y sostén a una política y un futuro del país diferente. Esto es fascismo directo. Hay que construir un frente fuerte pero con bases firmes. Eso lo pueden hacer y se espera de cualquier dirigencia.