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HORACIO ZAMBONI: TEORÍA Y PRÁCTICA DE UN REVOLUCIONARIO

En el marco de un nuevo aniversario del fallecimiento del DR. Horacio Zamboni, aquel 22 de agosto de 2012, decidimos recordarlo de la mejor forma: difundiendo sus enseñanzas, su militancia, su vida y su lucha junto al movimiento obrero. Abogado laboralista que trabajó con distintos gremios y que fue clave para el movimiento aceitero, formando cuadros sindicales, haciendo docencia, acompañando las batallas y convirtiéndose en un faro en la conquista y en la apropiación del Salario Mínimo, Vital y Móvil, un derecho constitucional que le corresponde a toda la clase trabajadora.  

Por LEÓNIDAS NONI  CERUTI, HISTORIADOR

Foto de portada: Celina Mutti Lovera
Video: Indymedia Rosario

“¡¡¡No gritar en una paritaria, entonces no es paritaria!!! “En el caso concreto de la negociación colectiva, yo he tomado conciencia en estas negociaciones con los compañeros aceiteros, que se había perdido no sólo la capacidad de discutir, además de las técnicas de la negociación, y las formas de pactar. Y en la primera paritaria, vinieron a decirnos que gritábamos mucho, que los funcionarios del Ministerio de Trabajo no podían concentrarse, porque allí no se gritaba desde hacía mucho tiempo. No se concibe una negociación salarial sin gritos. Pero esto sucedió, y descubrí algo que fue lo que más me sorprendió, y es que en las fábricas, no sé si en todos lados, se había perdido una noción: el derecho de la negociación colectiva y el derecho de la organización sindical de representar al trabajo como un sujeto. Los abogados de los grandes estudios patronales han elaborado toda una situación, que es falsa, de fraude laboral colectivo, donde se hace “como”, como si discutiéramos, pero no se discute ni salario ni condiciones de trabajo. En las fábricas, en las unidades de trabajo, ni hablar, me imagino que en las reparticiones públicas, se hace la voluntad del patrón. Hemos retrocedido, entonces, a una etapa anterior a la del Estado de Bienestar; estamos intentando luchar por el reconocimiento práctico de la organización sindical como interlocutor del capital en el sistema capitalista. Creo que esto es más que una reflexión, es una puesta arriba de la mesa de lo que yo creo que son algunos de los problemas fundamentales, que no son todos, por supuesto”. (Del libro “Horacio Zamboni. Teoría y Práctica de un Revolucionario”)

En la vida, hay personas que marcan a otros hombres, que son maestros para otros, que señalan rumbos para muchos, que privilegian lo colectivo a su devenir personal, que dejan discípulos, que se destacan por su personalidad, que sobresalen por ser frontales en el debate de las ideas, que durante su historia mantienen la firmeza en sus posturas ideológicas y políticas.

Horacio Zamboni reunió esas cualidades.

Fue ante todo, un revolucionario. Se definía como marxista y socialista. Su lucha estuvo ligada a la defensa de los intereses de los trabajadores, siendo abogado de varios sindicatos.

Realizó ensayos de economía, política e historia. Publicó artículos de opinión, participó de debates, dictó conferencias y cursos de formación para trabajadores y universitarios.

DATOS BIOGRÁFICOS DEL DR. HORACIO ZAMBONI

Nació el 15 octubre de 1942 en Rosario. Dirigente del Centro de Estudiantes de Derecho, Federación Universitaria del Litoral y Federación Universitaria Argentina entre 1960 y 1966. Integró la agrupación «Nueva Estructura Programática de la Reforma Universitaria” (NEPRU). Se graduó de Abogado en el mes de diciembre de 1966.

En los años ’60 y ’70, fue asesor letrado del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos de San Lorenzo (SOEPU), la Intersindical de San Lorenzo, la Asociación Bancaria de Rosario, el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Afines de San Lorenzo, el Sindicato Obrero Cerámica, Porcelanas y Azulejos, la Federación Obrera Ceramista y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Firmat.

Fue cofundador de la organización «Socialismo Revolucionario”, y posteriormente del espacio político «Alternativa”. Firmaba con el seudónimo Esteban Arguello.

La Alianza Anticomunista Argentina, la Triple A, lo condenó a muerte en 1974. Fue detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional el 8 de noviembre de 1974. Partió al exilio el 2 de febrero de 1975 hacia Perú.

Revalidó el título de abogado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima. Integró el Centro de Asesoría Laboral, trabajando con distintos sindicatos peruanos. Fue asesor de los bloques de Izquierda Unida, en las Cámaras de Diputados y Senadores del Perú. Fue periodista de la Revista «Actualidad Económica”.

De regreso al país, fue docente en la Facultad de Derecho y abogado de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Volvió a trabajar con varios gremios, entre ellos el Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos de San Lorenzo (SOEPU), Ceramistas y en la última etapa, desde el 2004 hasta su fallecimiento el 22 de agosto del 2012, estuvo asesorando al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR) y a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso y Desmotadores de Algodón de la República Argentina (F.T.C.I.O.D Y A.R.A.), donde cumplió un rol fundamental, en particular sentando las bases del principio rector del Salario Mínimo Vital y Móvil conforme a su definición legal en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, la democracia obrera, las huelgas.

UNA VIDA JUNTO A LA CLASE OBRERA

Fueron muchos los cursos, seminarios y charlas que dio para la formación y capacitación de los trabajadores, como también a militantes con posturas anti sistema.

Siempre impactante, con un discurso atrapante e ingenioso, siempre con nuevos aportes, siempre polémico, siempre frontal, siempre defendiendo los derechos e intereses de los explotados.

Desde los trabajadores que empezaban a organizarse, pasando por las agrupaciones obreras de base hasta las conducciones de muchos sindicatos, fueron a su encuentro, a consultarlo, pedir su opinión, orientación. También lo hicieron los estudiantes universitarios.

Defensor y difusor de la democracia obrera, de las asambleas obreras, de los cuerpos de delegados. Decía y enseñó que los que deben deliberar, decidir y ejecutar son los obreros.

Por eso, no sólo luchó contra los patrones y el capital, sino contra todos aquellos que buscaron y buscan sustituir en la lucha a los trabajadores. Su enfrentamiento y cuestionamiento a la burocracia sindical, fue uno de los ejes de su militancia.

Sus posiciones anti sistema y por la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados, hicieron que fuera reprimido, se ganó enemigos, y los enfrentaba con la convicción de lo que fue: UN REVOLUCIONARIO.

NADA DE LO HUMANO LE FUE AJENO

Fue solidario con sus amigos y compañeros de lucha.

Deportista desde muy joven, gran lector, amante de la música, el cine, la literatura, el baile.

Le gustaba compartir una comida con amigos, para charlar y debatir sobre todos los temas de la vida.

Vivió la vida a pleno, con una pasión y entusiasmo que contagiaba.

PALABRAS PARA UN REVOLUCIONARIO

Cuánto aprendimos y seguiremos aprendiendo de vos.

Muchos nos formamos en la militancia con tu ejemplo y tus ideas.

Horacio fuiste y serás ante todo: un revolucionario.

Siempre estuviste junto a la clase obrera y luchaste por sus derechos.

Por eso te detuvieron, por eso la “Triple A” te condenó a muerte.

Luego, el exilio para seguir peleando.

La lucha y el debate fueron tu vida.

Lo hiciste con una pasión y tenacidad como pocos.

Siempre luchaste por la emancipación de la clase obrera y el derrocamiento de esta sociedad irracional e injusta.

Recordamos tanto tus charlas, conferencias, tu maravilloso discurso en 1973, en el Cine Ambasador.

Pero sobre todo recordaremos tu valentía para plantear tus convicciones en público.

No sólo luchaste contra los patrones, el capital, sino contra todos aquellos que buscaron y buscan sustituir en la lucha a los trabajadores.

Horacio: Camarada, Amigo, Hermano, siempre estarás en cada huelga, cada conflicto y con nosotros.

Te recordaremos como lo que fuiste, un revolucionario de puño en alto y cantando La Internacional.

Te veremos en cada lucha de los trabajadores, en cada huelga, y en cada asamblea obrera.