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“La lucha es colectiva y está por encima de las personas”

En el marco del XIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, que se está desarrollando en la Ciudad de México,  el Secretario de Salud Laboral de la FTCIODyARA y Secretario General del Sindicato de Aceiteros de Rosario, Marco Pozzi, realizó su exposición en la que compartió los principales ejes sobre los que viene trabajando el movimiento aceitero, además de relatar algunos hitos históricos que fueron forjando la lógica de construcción sindical actual.

A modo de apertura, agradeció la invitación al Congreso. “Este es un lugar importantísimo para nosotros porque se debaten ideas y pensamientos que tienen mucho que ver con el desarrollo sindical que llevamos adelante en nuestra Federación y en nuestro Sindicato”.

En su discurso, Marco empezó reconstruyendo el momento histórico en el cual la concepción de la negociación salarial aceitera empezó a tener un contenido gremial y político. “En 2004, el abogado laboralista Horacio Zamboni nos acerca el concepto del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), un derecho constitucional que estipula las necesidades básicas que necesita un trabajador para vivir: alimentación, vivienda digna, educación, vestuario, salud, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”. A partir de ese momento el Sindicato de Aceiteros Rosario empieza a unirse entre las distintas plantas y luego se multiplica la unidad entre ciudades. “Se empieza a construir una forma de lucha que tiene base en ejes muy claros: la democracia sindical, las asambleas en fábrica y la claridad de las estructuras de nuestros sindicatos”.

“Es imposible pensar una lucha para los trabajadores sin conocer su realidad. Los y las delegadas de base son quienes le ponen el cuerpo a la lucha, construyendo la huelga día a día. En las asambleas intentamos continuamente construir un sentido común obrero. En 2015 sostuvimos una huelga nacional de 25 días y en 2020 un paro nacional de 21 días pasando la navidad frente a las fábricas. En las dos oportunidades logramos conquistar el Salario Mínimo Vital y Móvil. La huelga es un hecho final pero ese poder se construye cotidianamente”.

Durante la exposición, Marco también se refirió a un mojón en la lucha aceitera que se volvió una referencia ineludible. “También empezamos a dar la lucha por los trabajadores tercerizados en nuestras plantas: la gran lucha de la transformación estructural en nuestro sindicato. Así seguimos avanzando, ya sin trabajadores tercerizados y con el SMVM”.

Marco también estuvo compartiendo el trabajo que se viene haciendo en materia de salud y seguridad laboral. “Desde los sindicatos tenemos que pensar que al salario hay que acompañarlo con condiciones dignas. Tenemos la ley de Comités Mixtos, que son órganos conformados por una parte empresarial y una parte sindical que discute sobre la salud de los trabajadores. Podríamos solamente discutir lo que propone la ley pero elegimos cuidarnos como trabajadores. Desarrollamos un Manual Práctico de Seguridad con la intencionalidad política de pensarnos a nosotros como los verdaderos gestores de la salud y obligar a las empresas a que cumplan con esos requerimientos”. Sobre este punto, Pozzi se explayó: “El compañero y la compañera no sólo tiene que ganar bien, no sólo tiene que tener un trabajo estable sino que también tiene que irse a la casa sano. Si eso no pasa, el que se tiene que hacer cargo es el modelo productivo. Esa discusión la venimos desarrollando con un sentido de clase”.

“Siempre que hablamos de los sindicatos hablamos de sistemas de defensa. Creo que tenemos que pensar estrategias para avanzar nosotros sobre el capital”. Respecto de la salud laboral, Marco ahondó sobre el trabajo sindical realizado durante la pandemia de COVID-19. “Los aceiteros fuimos considerados trabajadores esenciales y nunca dejamos de trabajar. Defendimos nuestros puestos de laburo y a nuestros compañeros que eran grupos de riesgo. Se hicieron respetar cuestiones de salud y seguridad. Se trabajó en la creación y el control de protocolos propios en función de las necesidades de los compañeros y compañeras”.

En relación con la democracia sindical, Marco también destacó el cambio en el estatuto de nuestra Federación de trabajadoras y trabajadores aceiteros y desmotadores por el cual el voto de las autoridades nacionales pasó a ser directo y secreto. “Defender la democracia sindical es muy importante. Somos un sindicato y una Federación con mucha autocrítica. Es la única forma que tenemos de hacer respetar que nuestras necesidades están por delante de todo. La lucha es colectiva y está por encima de las personas. Desde ahí podemos construir un grupo genuino de trabajo y dar la batalla cultural adentro de la fábrica”. Para terminar su intervención, Marco compartió una frase del escritor uruguayo Eduardo Galeano: ´Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos´.