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DEMANDAS Y VIGENCIA DEL 1 DE MAYO DURANTE LOS 40 AÑOS DE DEMOCRACIA

En la ciudad de Rosario, desde 1890 siempre se conmemoró el 1º de mayo. Durante muchos años las demandas se reiteraron pero también se fueron sumando otras. En un documento de tres partes abordaremos los reclamos durante los 40 años de democracia: 1983-2023. En esta primera entrega trabajamos las demandas durante el gobierno de Alfonsín, en la segunda parte investigamos las conmemoraciones durante los gobiernos de Menem y finalmente los reclamos en los últimas décadas y la vigencia de la fecha en la actualidad.

Por Leónidas Ceruti*

EL GOBIERNO DE ALFONSIN Y EL MOVIMIENTO OBRERO

Las secuelas dejadas por la dictadura para el país y especialmente para el movimiento obrero fueron catastróficas. Desde 1983 hasta el 2000 se sucedieron distintas transformaciones económicas, sociales y políticas.

Luego de las elecciones del 83 y de la derrota del PJ, se incrementaron  las divisiones dentro de la cúpula sindical y sus enfrentamientos resurgieron con la necesidad de adjudicar responsables. Pero, con la seguridad de que el radicalismo iba a impulsar de inmediato un proyecto de ley tendiente a modificar la vida interna de los sindicatos, se trató de alcanzar una unidad que les permitiera enfrentar la ofensiva que se preveía.

Sobre finales de 1983 aumentaron los contactos para avanzar en el proceso de unificación de la dirigencia sindical. Se formalizó una conducción integrada por 35 sindicatos: 18 representarían al sector azopardista (que había tenido variados acercamientos con las autoridades castrenses) y 17 al sector de Brasil (de posiciones de mayor distancia y enfrentamiento con las políticas impulsadas desde la dictadura militar). En definitiva, los cuatro secretarios generales fueron Ubaldini y Borda por la “CGT Brasil”, mientras que Triaca y Baldassini representaron a la “CGT Azopardo”.

EL 1º DE MAYO, EL ALFONSINISMO Y ROSARIO

Los 1º de mayo durante los años del gobierno de Raúl Alfonsín se dieron en un contexto especial para la clase obrera, ya que salía muy golpeada por la dictadura militar, pero iba a protagonizar distintos conflictos con las patronales y el gobierno, recuperando herramientas vitales como la Ley de Asociaciones Profesionales y convenciones colectivas de trabajo. Mientras tanto, no fue solucionada la situación de las obras sociales, en estado de desastre, y la Ley de Contrato de Trabajo. Quedaron para resolverse con el advenimiento del gobierno justicialista.

Ante ese panorama, los/as trabajadores/as y distintos partidos políticos de Rosario, conmemoraron los primeros de mayo durante el gobierno alfonsinista. Así, el sindicalismo organizó importantes actos como en 1985, elaboró documentos con reclamos y demandas en 1984, 87 y 89, mientras los partidos de izquierda organizaron significativos actos en Rosario y Buenos Aires, donde quedó evidenciado el crecimiento del sector. Las divergencias en el movimiento obrero rosarino quedaron al descubierto durante la conmemoración de 1987.

Fue en ese contexto que en 1985 la CGT nacional decidió conmemorar el día de los trabajadores en Rosario, con una movilización y acto el 30 de abril, para dar inicio al Plan de Lucha. Un Plenario de la CGT Unificada de Rosario, a la que concurrieron más de 94 gremios, dispuso que la movilización incluyera en la ciudad un paro de actividades a partir de las 17 hasta las 24 hs, y que la concentración fuera en la bajada Sargento Cabral. Sería ese el principal acto durante el gobierno de Alfonsín en Rosario.

El Plan de Lucha había sido acordado por la CGT y estaba destinado a presionar sobre el ejecutivo nacional para que modifique su política económica.

La mesa ejecutiva departamental de Rosario del Partido Justicialista convocó a “todo el pueblo peronista de la ciudad, capital del peronismo, a participar junto a los dirigentes de la CGT del acto”. Mientras que la CGT calle Italia, liderada por el dirigente panadero Hugo Ortolán, invitó con el mismo contenido.

Los partidos y agrupaciones políticas que adhirieron fueron la Juventud Peronista Liberación, Juventud Universitaria Peronista, Juventud Peronista Secundaria y los Equipos Técnicos de Acción Política, bajo las consignas ´La juventud junto a la clase obrera´, ´Democracia con justicia social´ y ´Liberación o dependencia´. A los que se sumaron la rama femenina del Movimiento Nacional Justicialista, el Frente de Bases Peronistas, el Frente Peronista de Río Hondo, como así también el Partido Socialista Popular, el Partido Intransigente, Partido Humanismo y Liberación, la Agrupación Justicialista del 45, el Centro de Estudios y Planificación Justicialista, Partido Comunista, Partido Socialista Autentico y el Frente de Izquierda Popular.

La convocatoria y reclamos de la CGT Unificada se realizó a través de una solicitada titulada “CGT Unificada Regional Rosario: Por un 1º de Mayo”. ´Contra  el olvido de los jubilados y pensionados, la especulación, la desocupación, el saqueo del salario, la mortalidad infantil, la entrega de la soberanía, la imposición del FMI, la entrega de nuestro petróleo al enemigo anglo-yanqui. Por una democracia con sentido social, convenciones colectivas de trabajo,  devolución de nuestras obras sociales, derogación de leyes de la dictadura militar´.

En los días previos, todos los dirigentes remarcaron que no era un día de fiesta sino de reclamos, desde salarios dignos, por la aplicación de las leyes de la Constitución como el artículo 14 bis, derogación de la legislación represiva del proceso militar, la recuperación de los derechos conculcados como la vigencia de las paritarias, hasta la restitución de las obras sociales y la plena ocupación. Mientras tanto a nivel nacional, producto de las declaraciones de Ramón Baldassini y Jorge Triacca en el Juicio a las Juntas -quienes desconocieron las desapariciones, detenciones y torturas durante la dictadura- Ubaldini amenazó con renunciar.

El acto se desarrolló en la bajada Sargento Cabral, lugar en el cual durante muchos años se realizaron las concentraciones proletarias para los primero de mayo. Desde las primeras horas de la tarde, distintas columnas de trabajadores, alineados detrás de las pancartas y carteles de sus respectivas organizaciones gremiales comenzaron a llegar al lugar entonando cánticos y consignas claramente antigubernamentales. A la vez numerosos colectivos transportaban delegaciones bulliciosas de Capital Federal. El primer gran estallido se dio cuando subieron al palco Ubaldini y Borda. Posteriormente comenzó el acto al entonarse el Himno Nacional e inmediatamente la marcha “Los muchachos peronistas”. Luego hubo un minuto de silencio en memoria de los trabajadores caídos en la lucha.

La multitud recibió con una ovación a Saúl Ubaldini, quien se extendió en un discurso por 35 minutos, puntualizando que “la unidad es posible en el movimiento obrero, como lo es en el peronismo”, haciendo inmediata referencia  a la presencia de Britos y Vernet. “Sabemos muy bien que a través  de la lucha de todo el pueblo, con la columna vertebral del movimiento obrero se logró destrozar a la dictadura, así como sabemos que muchos que hoy se bañan en democracia, estaban bajo la cama cuando los momentos eran bravos. Le diremos no al gobierno que nos quiere imponer la legislación de la dictadura y que después de 16 meses pide sangre, sudor y lágrimas. Le decimos que la sangre fue la de nuestros mártires, el sudor lo damos a la Patria cada día produciendo y las lágrimas son las de nuestras mujeres que lloran por no poder dar a sus hijos el pan de cada día. Es por eso que hoy más que nunca podemos decir con la tranquilidad que nos dan los hechos, que el movimiento obrero dice basta, que si es necesaria nuestra sangre, nuestra sangre tendrán”.

Luego enumeró los requerimientos y el orden de prioridades establecidos por la CGT: 1) La defensa de la fuente de trabajo para poder dar riqueza al país. 2) Salarios dignos para que todos podamos vivir en paz ganando nuestro pan. 3) Que se busque la manera de asegurar puestos seguros a los 200.000 mil jóvenes que todos los años se incorporan al mercado laboral. 4) La defensa de la producción en base al beneficio del pueblo. 5) Que se ataque como corresponde a la patria financiera, pero no cerrando sucursales bancarias sino atacando realmente a los intocables de siempre. 6) El pueblo aún espera y reclama los ilícitos de la deuda externa, que no sabemos cómo se contrajo, pero sabemos que la deuda no la vamos a pagar con el hambre de los trabajadores. 7) Que nos devuelvan las obras sociales que son patrimonio de las organizaciones sindicales. 8) Una legislación laboral que esté de acuerdo a las necesidades de hoy y no que quiera dar valor legal aquello que impuso la dictadura. 9) Sinceramiento de la economía”.

Las repercusiones de la ceremonia, que reunió a más de 30.000 personas según los distintos cálculos, destacaron la masiva asistencia de trabajadores, el poder de convocatoria de la CGT, la unidad del movimiento obrero y del justicialismo, como la disposición para la lucha del sindicalismo y la justicia de los reclamos. También que el gremialismo “seguía fiel a una ideología que le dio identidad pese a las desviaciones que pretenden infligirle otros sectores”, y que el plan de lucha demostraba el fracaso de la concertación por la actitud del gobierno radical. Luego del acto, tanto Ubaldini como el resto de los dirigentes sindicales, mantuvieron distintas reuniones, destacándose las concretadas con el gobernador José M. Vernet y Monseñor López.

Pero no todos los primeros de mayo del periodo se dieron con la unidad y el éxito de 1985. En 1987, cuando la CGT organizó el “Primer Plenario Provincial de dirigentes del Trabajo” en el Teatro el Circulo el día 30, y que fuera auspiciado por la Secretaría del Trabajo de la Provincia, se produjo una división entre los dirigentes sindicales locales. Primeramente, los integrantes del Secretariado de la CGT Unificada de la Regional Rosario anunciaron en conferencia de prensa que “del plenario participarían los delegados de las regionales de la CGT de la provincia. Sería el acto por el cual la CGT Rosario evocaría el 1º de mayo y el gobernador Vernet disertaría sobre el tema “Futuro del trabajo, la democracia y la justicia social de la Argentina”. Además serían oradores los candidatos a gobernador, Félix Reynoso, Dr. Luís Cáceres, Estévez Boero, el diputado del PDP, Alberto Natale, y Federico Steiger, Lisandro Viale”.

Otro sector de sindicalistas fijó su posición frente a la reunión programada, con una solicitada firmada por 47 gremios rosarinos titulada “1º de Mayo fiesta de trabajo la organización vence al tiempo”, en la que luego de historiar el origen del 1º de mayo, hacer alusión a Perón y su obra y que ante la situación de crisis “se sentía añoranzas por los tiempos felices”, remarcaron: “Como parte de las conmemoraciones en Rosario ha sido convocado un plenario gremial para el día 30 en el Teatro El Círculo, convocatoria que no contaba con el consenso mayoritario de los gremios de la ciudad, los cuales han cuestionado las formas, el tiempo, las características y los presuntos móviles que se persiguen con esta inconsulta decisión ante la presencia de dirigentes extraños al quehacer gremial”.

Finalmente, no se realizó el que hubiese sido el principal acto del día de los trabajadores en la ciudad, por la división entre los dos sectores del gremialismo rosarino. En el teatro El Círculo se produjeron discusiones entre dirigentes y partidarios de uno y otro bando, aduciendo uno de los grupos que “no podían hablar allí en homenaje al trabajador algunos que participaron o aplaudieron el golpe de marzo de 1976 y que no podía faltar la representación del trabajador, ya que al proponerse a un orador de extracción gremial se les había contestado que no estaba en el programa ni en la lista de oradores”. Los organizadores, entre quienes estaba el Secretario de Trabajo de la Provincia Oscar Barrionuevo, ex titular de Obras Sanitarias, decidieron no realizar el acto por falta de garantías.

El movimiento obrero de la ciudad, en esos seis años de gobierno radical, para el día de los trabajadores, emitió una serie de documentos, comunicados, solicitadas, opiniones en las cuales dejaron fijados su posición ante la situación de la clase obrera, del país, el avance de la crisis económica, como así también el enfrentamiento entre el sindicalismo y el gobierno.

Héctor Quagliaro, ex secretario general de la GCT, se pronunció porque “la normalización sindical se tiene que dar inmediatamente, con absoluta democracia interna, de acuerdo a la ley 20.615. Frente a esta realidad, queremos garantizar la participación de todos los compañeros, para que en la confrontación surjan nuevos dirigentes. Para elegir a las nuevas autoridades no hace falta más que una reglamentación electoral que contemple la participación masiva de los trabajadores, y se debe dar de acuerdo al estatuto de cada gremio, y si los mismos están ajustados a la ley de la dictadura, la 22.105, habrá que desajustarlos, porque ese ajuste se hizo de una forma restrictiva y arbitraria”.

Las 62 Organizaciones de Rosario, dieron a conocer varios comunicados en los que quedaron reflejados el clima de enfrentamiento y de crisis que se vivía. En uno de ellos manifestaron: “Desde siempre el 1º de mayo constituyó para los trabajadores una jornada de lucha y desde que el pueblo salió a la calle a defender sus aspiraciones a una mayor justicia social. La lucha de ayer, fundamentalmente cuando se reclamaba la jornada laboral de ocho horas, que costara la vida a tantos trabajadores y que motiva la institucionalización del 1º de mayo como Día de los Trabajadores, es una lucha permanente del movimiento obrero con los ideales sustentados en alto para que el país todo sepa y respete a quienes hacen la riqueza de la patria. En nuestra República, a partir de 1945 y hasta 1955, fue sin embargo una fiesta, se manifestaba en ese día la alegría de los que laboran por un país donde aquel que es la base de la civilidad se sentía cuidado y protegido por una política que se encontraba en la persona del Tte. Gral. Juan Domingo Perón. Nuevamente las sombras de las penurias han avanzado sobre los trabajadores y este 1º de mayo de 1986 nos encuentra luchando por nuestra dignidad, por nuestros derechos a una vida justa. Contamos para ello con las organizaciones gremiales, los sindicatos y la CGT”.

La Asociación Bancaria de  Rosario, en la ocasión publicó una solicitada exhortando a los afiliados a una “Jornada de lucha del gremio bancario en defensa de su fuente de trabajo”, y a una concentración en Rioja y Sarmiento, por: Licitación inmediata y en condiciones favorables con absorción de personal para los bancos liquidados; Regularización con continuidad laboral para el personal en los bancos intervenidos; Ley de estabilidad bancaria; Nacionalización de la Banca; No más cierres de Bancos”.

Llegamos así a mayo del 89, con una inflación en alza, un salario de 20 dólares, un desempleo y subempleo del 15 %. La situación se hacía ingobernable para Alfonsín, en un mes que pasaría a la historia por las elecciones presidenciales ganadas por Menem y por el inicio de los saqueos.

Para el último 1º de mayo durante el gobierno radical, la CGT Unificada Regional Rosario volvió a emitir un comunicado sobre la fecha haciendo una descripción cruda de la situación nacional. Por su parte, el gremio de los docentes se manifestó con una solicitada titulada ´Mensaje de Amsafe a los compañeros trabajadores de la educación por un 1º de mayo de lucha´.

Además, ese año se celebró la tradicional misa por San José Obrero y en conmemoración del fallecimiento del padre Grote, fundador de los Círculos Católicos de Obreros y de muchos sindicatos a comienzos de siglo, y se realizó la charla-debate sobre el tema “Justicia y solidaridad social, caminos para la paz”. Las declaraciones volvieron a ser numerosas, tanto de los mercantiles, como del Sindicato de la Carne,  Obreros Marítimos, ATE y la Asociación Obrera Textil.

Los partidos de izquierda en los años del alfonsinismo fueron protagonistas de variados actos que fueron reflejando su crecimiento, los intentos de unidad, la diversidad de opiniones, elaborando documentos críticos, sumándose a los reclamos obreros y los conflictos de la zona. Además se incorporaron en buen número a las masivas concentraciones desarrolladas en Buenos Aires.

El Partido Comunista, organizó varios años la “Ferifiesta de la Prensa Comunista”, en el estadio municipal. El acto del MAS, en 1984, se realizó bajo el lema “Por un 1º de Mayo socialista, obrero e internacionalista”, en la sala Mateo Bozz, con la asistencia de los obreros de la empresa DEMACO en huelga y de choferes cesanteados. El Partido Obrero, a su vez hizo hincapié “que el 1º de mayo es y será una jornada de lucha nacional e internacional de la clase trabajadora, que deben encontrar la unidad alrededor de la tarea de construir una nueva dirección”. Mientras que el PTP (Partido del Trabajo y del Pueblo) señaló que “la clase trabajadora debe unirse para fortalecer sus organizaciones democráticas desde la sección y el cuerpo de delegados, hasta la CGT única”. El Partido Intransigente remarco que “el 1º de mayo representa para los trabajadores un día de protagonismo y lucha frente a la opresión política y explotación económica. El amplio abanico se completó con el mensaje del PSP que expreso que “reclamamos el restablecimiento de la ley 22.105 y la participación de los trabajadores en la discusión y elaboración de un plan de reactivación general del aparato productivo”. Las Juventudes Política manifestaron que “su identificación con la lucha de los trabajadores, quienes más sufrieron durante la dictadura, a quienes se les robó su participación en la renta nacional una cifra mayor de la deuda, siendo cesanteados, ignorados sus reclamos y reinando la desocupación”. A su vez, los obreros de DEMACO realizaron su acto en Plaza Sarmiento, luego de 56 días de huelga.

Al año siguiente el MAS se reunió en Sportivo América, invitando a través de un comunicado que afirmaba que “se lanzará la propuesta de unidad de todos los luchadores que se enfrentan con la burocracia sindical y fraternal. Que apoya a todas y cada una de las luchas de los trabajadores contra el plan de hambre del gobierno y las recetas recesivas del FMI. Y reafirmó su solidaridad con todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación”. Al día siguiente gran parte de los asistentes se trasladaron a Buenos Aires al estadio de Atlanta, donde se reunieron veinte mil partidarios y donde se remarcó la propuesta frentista. Por su parte, el PSP invitó a un locro en el Club Central Córdoba.

El Grupo Impulso y la Unión Socialista Libertaria, en 1986, dio a conocer su opinión a través de una declaración. Ese año el Partido Comunista distribuyó un documento titulado “Por un 1º de Mayo Clasista y Combativo”, en el cual se homenajeaba tanto a los Mártires de Chicago como a las gestas populares argentinas como “la Semana Trágica, la Patagonia Rebelde, la Resistencia a la Libertadora, el Cordobazo y tantas sublevaciones populares”.

El Frente del Pueblo (FREPU) organizó una doble actividad: realizó una concentración en Corrientes y Urquiza  y luego los militantes se trasladaron a Capital Federal para asistir al acto en el estadio de Ferro donde se congregaron más de 30.000 personas. La manifestación se realizó bajo el lema “Arriba los de Abajo” y “frente contra la oligarquía y el imperialismo”.

Otro de los masivos actos de esos años protagonizados por la izquierda fue en 1989, cuando Izquierda Unida se reunió en Huracán con un doble fin: conmemorar el día de los trabajadores y como cierre de la campaña electoral. Desde Rosario miles de militantes se trasladaron en numerosos colectivos hacia Buenos Aires.

Dos particularidades de este periodo se dieron por una parte cuando desde los sectores liberales se sumaron a la conmemoración, a través del Centro “Dr. Carlos Pellegrini” de la UCD, que emitió un comunicado: “adhiere a los festejos del 1º de mayo”, planteando que el trabajo es uno de los factores de la producción junto al capital, ambos jaqueados en este momento en el país por la especulación. Quienes los respetamos tenemos el deber impostergable de armonizar nuestros esfuerzos y luchar con todas nuestras energías para vencer las dificultades de la hora actual”.

Por otra parte, en 1988 se realizó un festival artístico en la Sociedad Rural, que fue organizado conjuntamente por la CGT, la Secretaría de Cultura y Comunicación Social de la Provincia, y auspiciado por la Asociación Empresaria y el Arzobispado.

 (*) Estas líneas pertenecen al libro “Historia del 1° de Mayo en Rosario: 1890-2000”, de Leónidas Ceruti, primera edición “La Comuna”  (2002), segunda edición Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (2021).