El pueblo jujeño movilizado que pelea por salarios dignos y que alza su voz contra la reforma provincial (in)constitucional, está sufriendo la embestida represiva del gobernador Morales que viene recurriendo a prácticas de extrema violencia con represión, detenciones arbitrarias y allanamientos ilegales, lo cual nos recuerda al período más oscuro de nuestra historia nacional, justo a cuarenta años de la recuperación democrática.

Hace semanas que los docentes de la provincia de Jujuy vienen reclamando un aumento salarial y mejoras condiciones laborales. En ese marco vienen desarrollando un plan de lucha con movilizaciones y huelga por tiempo indeterminado. A esa situación se sumó la avanzada del gobierno jujeño para reformar la Constitución Provincial y obtener su aprobación sin consulta, de forma exprés y a como diera lugar.

Esa reforma es regresiva en materia de derechos, entre otras cosas, porque atenta contra la propiedad de la tierra de los pueblos originarios en sintonía con los intereses extractivistas del litio. Pero además porque pretende legitimar la persecución a dirigentes sindicales y cercenar el ejercicio del derecho a huelga, herramienta histórica fundamental del movimiento obrero.

De esta manera, a la lucha por mejoras salariales se sumó la movilización y el repudio popular a la aprobación de la Reforma Constitucional. La respuesta de Morales fue decretar la penalización a quienes ejerzan el derecho constitucional de la huelga. Pero ante la masiva reacción de rechazo en las calles se vio obligado a retroceder con el decreto.

Sin embargo, los sindicatos, movimientos sociales y pueblos originarios siguieron firmes en la lucha y la represión escaló a niveles alarmantes arrojando un cuadro de gravedad institucional que requiere un repudio total y absoluto. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA (Organización de los Estados Americanos) ya se pronunció al respecto pidiendo el fin de la represión desplegada por el gobierno de Jujuy.

Estos hechos de persecución sindical y criminalización de la protesta son un botón de muestra de lo que podría ocurrir en caso de que Juntos por el Cambio se imponga en las elecciones nacionales. Por eso es necesario aunar fuerzas desde los diversos sectores de toda la clase trabajadora para exigir el inmediato cese de la represión a la lucha popular en Jujuy.

EN DEFENSA DE LA LUCHA SALARIAL Y DEL DERECHO A HUELGA

NO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA

EN SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DEL PUEBLO JUJEÑO

SINDICATO DE OBREROS Y EMPLEADOS ACEITEROS DE ROSARIO